Dos temblores se produjeron este viernes sin causar víctimas ni daños materiales graves. Uno, de 5,1 grados en la escala de Richter, tuvo lugar en la frontera entre el norte de México y EE. UU. Otro, de 5,2 grados en la escala de Richter, se percibió en Chile, en las regiones de Valparaíso, O'Higgins y Maule.
Según informa el Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, desde principios de 2011 el país ha percibido 34 temblores de entre 5,0 y 7,0 de magnitud en la escala de Richter. Sergio Barrientos, director del Servicio, comenta que son réplicas del terremoto del 27 de febrero de 2010. Advierte que podrían extenderse por años.
En 2011 ha empezado una fase activa de cataclismos naturales y durará hasta el año 2015 llegando a su máximo
El presidente del Comité Internacional GEOCHANGE, Elchín Jalílov, acentúa que en 2011 ha empezado una fase activa de cataclismos naturales. Durará hasta el año 2015 llegando a su máximo, tanto por el número de desastres como por su potencial energético, entre los años 2013 y 2014.
La tendencia se hizo evidente ya en 2010: devastadores terremotos en Haití y Chile, inundaciones en Pakistán, Brasil, Australia y muchos otros países, incendios forestales en Rusia e Israel en verano y un nivel anómalo de nieve en el hemisferio norte en invierno.
En los países de América Latina los desastres naturales durante el año 2010 se llevaron la vida de unas 300.000 personas, 20 veces más que todas las víctimas a nivel mundial en 2009. El geofísico subraya que esta es la cifra de víctimas inmediatas de las propias catástrofes, y que el número de personas que fallecen por las consecuencias de estos desastres puede ser decenas de veces más alto.
Una de las mayores compañías de seguros del mundo, Swiss Re, ha calculado que los daños materiales causados por los cataclismos naturales en el mundo en 2010 constituyen 222.000 millones de dólares, un 350% más alto que en 2009.
Elchín Jalílov indica que existe la probabilidad de que en 2011 el número y la intensidad de las catástrofes se multipliquen por dos frente a las cifras del año pasado, lo que desembocará, respectivamente, en una nueva crisis financiera global. Pronostica que para finales de 2011 ya pueden aparecer las primeras señales de esta.
En cuanto al carácter de los cataclismos naturales del año en curso, comenta que 2011 'heredó' ciclones e inundaciones que empezaron a finales de 2010, pero acentúa que durante los próximos meses no van a prevaler. Opina que 2011 será un año de intensa actividad sísmica y volcánica por todo el mundo, lo que confirman las tendencias de enero y febrero.
Actualmente GEOCHANGE, organización que une a especialistas de 86 países, se dedica a impulsar a los gobiernos del mundo una reforma de la legislación internacional y de los programas existentes para situaciones de emergencia para poder reaccionar de una manera más eficaz a los desafíos medioambientales.
Por primera vez en la historia los científicos han logrado probar que es posible predecir un terremoto
Otra medida posible para hacer frente a los pronósticos de 2011 sería poder predecir los momentos de actividad sísmica con anticipación. Desde este punto de vista, un grupo conjunto de científicos franceses y turcos presidido por Michel Bouchon, de la Universidad de Grenoble, ha ofrecido un avance muy serio. Por primera vez en la historia los científicos han logrado probar que es posible predecir un terremoto.
Los especialistas analizaron los datos recibidos de los sismómetros poco antes del terremoto de Izmit (Turquía) de 7,4 grados de magnitud que el 17 de agosto de 1999 acabó con la vida de más de 14.000 personas. Descubrieron que durante 44 minutos antes del terremoto registraron unas 40 réplicas menores con intervalos iguales entre las ondas sísmicas y estas tenían la misma forma de oscilación. Las réplicas poco a poco se hicieron más fuertes hasta desembocar en un fuerte 'golpe'. Al comparar todos los detalles, los científicos pudieron detectar la fuente inicial de las réplicas menores: se ubicaba a unos centenares de metros del epicentro del terremoto devastador.
Según los investigadores, su descubrimiento de que los sismos grandes están precedidos por un período de inestabilidad de la corteza terrestre puede contribuir a desarrollar un sistema de reacción anticipada. Ahora planean dedicarse a analizar los datos de otros grandes sismos para comprobar su teoría.
Sin embargo, los escépticos comentan que aunque se confirme la teoría, ayudaría a pronosticar pero no a remediar: para evacuar a la gente de las zonas de riesgo se necesitan días y no horas.
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