Las
autoridades judías ahogan a las iniciativas educativas de la Iglesia. La
comunidad católica no sólo es objeto de persecución en países donde el
radicalismo mahometano se ha impuesto sino también al otro lado de la
"muralla", en el bando israelí. Allí, en medio de situaciones económicas
muy precarias, las autoridades judías han declarado que las escuelas católicas deben convertirse en "escuelas del Estado".
Éste
sería el precio a pagar por sobrevivir en un ambiente aunque no
explícita, sí implícitamente hostil: Perder la especificidad y la
identidad. De esta manera, la educación católica sería borrada a cambio de seguir las directrices que estimaran las autoridades públicas.
Según la
Agencia Fides, la comunidad católica en Tierra Santa ha dicho que
considera "la posición del gobierno de discriminatoria e inaceptable".
Primero, denuncian cómo en los últimos años se han ido reduciendo las
ayudas escolares y becas familiares para ahogar financieramente a los
centros, para, segundo, terminar por justificar su cierre total pasando
todo a manos del Estado.
La
Oficina de Escuelas Católicas y la Asamblea de los Ordinarios Católicos
de Tierra Santa ha ido haciendo muchas peticiones para reunirse con el
Ministerio de Educación de Israel, pero la respuesta a todos los
intentos de comunicación siempre ha sido la ignorancia y la ausencia de
respuesta.
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1 comentario:
Lo ideal sería que desaparezcan todas las religiones, pero la gente necesita un dios o un rey....
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