En su afán por seguir aborregando la sociedad del planeta, y para aquellos que utilizamos el cerebro pensando por nosotros mismos y que vemos, o por lo menos intuímos una ínfima parte de la verdad, "la Mátrix" nos quiere facilitar la existencia para que no nos acomplejemos vendiendonos en las farmacias la solución: las pastillas que aborregan y te vuelven tonto o dócil al sistema. La noticia no tiene desperdicio.
¿Quiere una vida más fácil? Tome innovadora píldora contra el exceso de intelecto
Una empresa británica ha lanzado al mercado una innovadora píldora que quita hasta 50 puntos del cociente intelectual al que la consuma. Será útil para quienes están cansados de la torpeza de su entorno, aseguran los inventores.
El video difundido en nombre de un neurólogo identificado como ‘Cornelius Grouppe’ sostiene que la mayoría de la población del planeta nunca podrá llegar a ser más lista. “El que tiene que cambiar es usted, porque está en minoría”, sugiere.
La evaluación cualitativa de la eficacia del medicamento, denominado MinusIQ, se basa en la escala de Hans J. Eysenck, una de las más populares para medir la inteligencia de las personas. Las personas, cuyo cociente intelectual supera los 130 puntos, se sienten muy incómodas al darse cuenta que mayoritariamente están rodeadas de gente estúpida e ignorante.
Bajar intencionalmente el intelecto en esta situación sí es necesario, asegura el Dr. Cornelius. El nivel óptimo equivale a unos 70 puntos: así que la capacidad intelectual sea suficiente para atarse los cordones de los zapatos o redactar una canción de estilo rap. Dos píldoras al día son capaces de entontecer a un paciente promedio precisamente hasta el grado requerido.
No todos los efectos del uso del MinusIQ son positivos, advierte el supuesto neurólogo. Hay también otros secundarios que pueden convertir a quien quiera en un racista, sexista y persona extremadamente intolerante. Pero eso no impediría, dice, que la vida en general se vuelva más fácil.
La evaluación cualitativa de la eficacia del medicamento, denominado MinusIQ, se basa en la escala de Hans J. Eysenck, una de las más populares para medir la inteligencia de las personas. Las personas, cuyo cociente intelectual supera los 130 puntos, se sienten muy incómodas al darse cuenta que mayoritariamente están rodeadas de gente estúpida e ignorante.
Bajar intencionalmente el intelecto en esta situación sí es necesario, asegura el Dr. Cornelius. El nivel óptimo equivale a unos 70 puntos: así que la capacidad intelectual sea suficiente para atarse los cordones de los zapatos o redactar una canción de estilo rap. Dos píldoras al día son capaces de entontecer a un paciente promedio precisamente hasta el grado requerido.
No todos los efectos del uso del MinusIQ son positivos, advierte el supuesto neurólogo. Hay también otros secundarios que pueden convertir a quien quiera en un racista, sexista y persona extremadamente intolerante. Pero eso no impediría, dice, que la vida en general se vuelva más fácil.
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