¿Cómo asegurarse que una frontera de casi 8 mil kilómetros esté cien por ciento sellada? Los guardias fronterizos rusos encontraron la respuesta añadiendo a su arsenal los adelantos de la ciencia.
Los nuevos robots voladores ni siquera necesitan la presencia humana para actuar efectivamente. Sin embargo, las máquinas dejaron sin trabajo al amigo más fiel de los patrulleros fronterizos, el perro.
El jefe del puesto fronterizo ‘Berlin’ en la región de Urales, Nikolai Bondarev, comenta que antes un soldado y su perro patrullaban la frontera a pie, y ahora la frontera está vigilada con elementos de avanzada tecnología, que toman en cuenta peculiaridades de localización y son capaces de pronosticar las acciones del infractor.
Todos los guardafronteras rusos están interesados en equipar sus bases con estos últimos alcances tecnológicos. Por ejemplo, el robot volador que actualmente está a prueba, puede ascender a mil metros y perseguir a los infractores. Contiene una cámara que envía una señal a las pantallas del centro especial.
La frontera entre Rusia y Kazajistán es de 7500 kilómetros de longitud, patrullarla a pie resulta bastante problemático. Al mismo tiempo, es aquí donde la mayor parte del contrabando -drogas afganas y vestimenta china, así como los inmigrantes ilegales de Asia- entran al país.
Con los nuevos avances, los soldados no necesitan salir al campo: su sistema de vigilancia está completamente automatizado. En caso de amenaza alguna, los guardafronteras pueden enviar un pequeño avión no tripulado para que averigüe el estado de la situación.
Otro avance es un centro de vigilancia móvil. La cara del infractor puede ser distinguida a varios kilómetros de distancia. Y en la oscuridad se usan cámaras infrarrojas.
Esta técnica ya ha demostrado su eficacia en las fronteras del Cáucaso. Ahora el servicio fronterizo planea crear un único centro de vigilancia que una las señales de todos los puestos.
Por ahora el puesto fronterizo ‘Berlin’, equipado con los avances tecnológicos más potentes, trabaja en régimen experimental. Pero la eficacia que demuestra permite suponer que pronto robots como éstos aparecerán en todos los puestos de las extensas fronteras rusas.
