Marina Estadounidense Prueba 'EL ARMA DEL SIGLO XXI'
La Marina estadounidense empezó las pruebas de fabricación industrial del cañón de riel más potente del mundo. Se trata de un cañón electromagnético, capaz de acelerar proyectiles no explosivos de un peso de 9 kilos hasta cinco veces la velocidad del sonido.
Para acelerar los proyectiles, el innovador dispositivo usa un campo electromagnético. La energía cinética que se libera con el golpe destruye el blanco. Las pruebas en el polígono de Dahlgren (en el estado de Virginia) durarán unos dos meses. Es la primera vez que se somete a pruebas un cañón construido en una planta. Anteriormente, la llamada 'arma del siglo XXI' existía sólo como prototipos de laboratorios.
Está programada la produccción de un segundo cañón para abril, pero con otro fabricante. En general, en el proyecto trabajan independientemente tres compañías: Raytheon, General Atomics y la británica BAE Systems. Según la Secretaría de Defensa de EE. UU., tal diversificación es una garantía adicional de que los plazos programados se cumplirán.
Se planea que la fabricación definitiva de este innovador cañón de riel finalice para el 2017 y desde el 2025 forme parte del armamento estadounidense. Hasta la fecha el proyecto ha costado al Pentágono 211 millones de dólares solo en investigaciones.
La Marina estadounidense empezó las pruebas de fabricación industrial del cañón de riel más potente del mundo. Se trata de un cañón electromagnético, capaz de acelerar proyectiles no explosivos de un peso de 9 kilos hasta cinco veces la velocidad del sonido.
Para acelerar los proyectiles, el innovador dispositivo usa un campo electromagnético. La energía cinética que se libera con el golpe destruye el blanco. Las pruebas en el polígono de Dahlgren (en el estado de Virginia) durarán unos dos meses. Es la primera vez que se somete a pruebas un cañón construido en una planta. Anteriormente, la llamada 'arma del siglo XXI' existía sólo como prototipos de laboratorios.
Está programada la produccción de un segundo cañón para abril, pero con otro fabricante. En general, en el proyecto trabajan independientemente tres compañías: Raytheon, General Atomics y la británica BAE Systems. Según la Secretaría de Defensa de EE. UU., tal diversificación es una garantía adicional de que los plazos programados se cumplirán.
Se planea que la fabricación definitiva de este innovador cañón de riel finalice para el 2017 y desde el 2025 forme parte del armamento estadounidense. Hasta la fecha el proyecto ha costado al Pentágono 211 millones de dólares solo en investigaciones.
El otro Gran Cañón
La Armada estadounidense ha probado el modernísimo cañón AGS (Advanced Gun System) de 155 mm, que desarrolla para destructores de clase Zumwalt desde 2005.
Durante los ensayos se dispararon dos proyectiles guiados por GPS que alcanzaron existosamente el blanco desde una distancia de 81 kilómetros.
Los cañones fueron diseñados para disparar municiones tanto convencionales como guiadas por GPS con un alcance efectivo de hasta 190 kilómetros y serán instalados en destructores superavanzados DDG 1000 de clase "Zumwalt", actualmente en construcción.
El lanzamiento de proyectiles guiados por GPS (provistos de 11 kilos de carga explosiva), se efectúa con el cañón en posición vertical. El sistema de guiado por satélite GPS permite a los proyectiles acertar a impactar en un blanco de 50 metros de diámetro. Una vez instalados en el buque, cada AGS llevará 335 municiones. El tubo del cañón se enfría por medio de agua, con lo que la cadencia del tiro alcanza los 10 disparos por minuto. La carga del AGS es automática.
El lanzamiento de proyectiles guiados por GPS (provistos de 11 kilos de carga explosiva), se efectúa con el cañón en posición vertical. El sistema de guiado por satélite GPS permite a los proyectiles acertar a impactar en un blanco de 50 metros de diámetro. Una vez instalados en el buque, cada AGS llevará 335 municiones. El tubo del cañón se enfría por medio de agua, con lo que la cadencia del tiro alcanza los 10 disparos por minuto. La carga del AGS es automática.
Una de las peculiaridades de este sistema es su instalación dentro de una torreta, a su vez cubierta con una funda especial hecha con tecnologías inapreciables para los radares. El tubo del cañón sale de la funda sólo para disparar. La adopción de este nuevo sistema naval por parte de la Armada de EE. UU. está prevista para dentro de tres años.
EE. UU. se embarca en la construcción de dos buques de guerra Zumwalt
El mando de la Armada estadounidense ha cerrado un contrato con General Dynamics para la construcción de dos destructores de clase 'DDG-1000 Zumwalt', cuyo primera unidad ya comenzó a construirse hace unos años.
Los trabajos en la planta de la compañía estadounidense ya han comenzado. El importe de la transacción es de unos 1.800 millones de dólares, pero podría superar los 2.000 millones si se dota al barco con todo el equipamiento opcional que pudiera encargar la Armada, según informa el mando naval de EE. UU.
Los trabajos en la planta de la compañía estadounidense ya han comenzado. El importe de la transacción es de unos 1.800 millones de dólares, pero podría superar los 2.000 millones si se dota al barco con todo el equipamiento opcional que pudiera encargar la Armada, según informa el mando naval de EE. UU.
El importe mencionado no incluye los pagos que la Armada estadounidense tendrá que efectuar a empresas subcontratadas de General Dynamics. Por ahora se desconoce el precio del equipo electrónico y de los sistemas del control de fuego, que será suministrado por Raytheon.
La entrega del DDG 1001 está prevista para diciembre de 2015 y la del 1002 para febrero de 2018. El primer barco de esta clase, el 'DDG-1000', está terminado en un 50% y su incorporación a la Marina de EE. UU. tendrá lugar en 2014.
La eslora de estos barcos, futura espina dorsal de la Marina estadounidense, es de 183 metros. Los Zumwalt tendrán un perfil de baja visibilidad para radares y serán capaces de alcanzar una velocidad de 30 nudos. Zumwalt cuenta con armamento muy variado, como 20 lanzadores para 80 misiles de distintos tipos, así como dos cañones de 155 mm., y otros dos cañones antiaéreos de 57 mm. Mk110 de última generación.
La eslora de estos barcos, futura espina dorsal de la Marina estadounidense, es de 183 metros. Los Zumwalt tendrán un perfil de baja visibilidad para radares y serán capaces de alcanzar una velocidad de 30 nudos. Zumwalt cuenta con armamento muy variado, como 20 lanzadores para 80 misiles de distintos tipos, así como dos cañones de 155 mm., y otros dos cañones antiaéreos de 57 mm. Mk110 de última generación.
En el futuro los barcos de este tipo podrán estar dotados de cañones electromagnéticos, así como podrán portar un helicóptero Sikorsky SH-60 Sea Hawk y tres drones MQ-8 Fire Scout.
EE. UU. ensaya su nueva arma hipersónica
Militares estadounidenses realizaron el primer y exitoso ensayo de su nueva arma hipersónica, Advanced Hypersonic Weapon (AHW, por sus siglas en inglés), que en 30 minutos recorrió una distancia de 3.500 kilómetros sobre el Océano Atlántico.
Lanzado desde una base naval estadounidense en Kauai, en las Hawái, con la ayuda de un cohete portador, el vehículo AHW tardó menos de media hora en alcanzar el atolón de Kwajalein, situado a unos 4.000 kilómetros, en las islas Marshall, precisó la teniente coronel Melinda Morgan, portavoz del Pentágono.
El objetivo principal del ensayo era comprobar la capacidad de maniobra, la manejabilidad y la resistencia al impacto de las altas temperaturas del artefacto. No se informó sobre la velocidad exacta del vehículo, pero se calcula que es capaz de volar cinco veces más rápido que el sonido.
El arma hipersónica fue diseñada por la compañía Lockheed Martin y la Agencia estadounidense de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa en el marco del programa de Ataque Global Inmediato, que proporcionaría al país norteamericano la posibilidad de alcanzar objetivos situados en cualquier lugar del mundo en una hora.
Según los datos del Servicio de Investigación del Congreso (CRS, por sus siglas en inglés), el alcance del AHW es mucho más reducido que el de otro aparato hipersónico desarrollado en el marco de este programa, el Falcon HTV-2, que puede alcanzar una velocidad de 23.000 kilómetros por hora y alcanzar blancos a distancias de 27.000 kilómetros.
La última prueba del vehículo no tripulado se dio por fracasada. Se supone que el aparato se hundió en el Pacífico tras iniciarse la fase de planeo, poco después de su lanzamiento desde una base aérea en California. Ya era la segunda prueba fallida del Falcon HTV-2 que, en principio, necesitaría apenas 12 minutos para cubrir la distancia entre Nueva York y Los Ángeles.
Según los datos del CRS, la financiación del programa de Ataque Global Inmediato en 2011 alcanzó los 239,9 millones de dólares, de los cuales 69 fueron asignados al desarrollo del AHW.
Aunque EE. UU. afirma que el objetivo principal de la creación de las nuevas armas es la lucha contra el terrorismo, los escépticos se temen que la AHW podría utilizarse para hacer caer a regímenes políticos no afines.
Artículo completo en: http://actualidad.rt.com/ciencia_y_tecnica/electronica_tecnologia/issue_32565.html
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