Ha llegado el amanecer, y después de 10 horas de patrullar bajo el viento y la lluvia siguen estando alerta. Cada cerradura, puertas y portones de la instalación militar han sido comprobados minuciosamente. El centinela está armado y listo para actuar en caso de necesidad. Es lo suficientemente agudo para detectar intrusos a cientos de metros de distancia incluso de noche.
Estas premisas serían muy difíciles para un soldado altamente entrenado. Pero este centinela es un robot, y se encarga de proteger a todo el mundo.
A diferencia de robots de desactivación de explosivos, los cuales son operados a distancia por control remoto, estos robots centinelas son autónomos: patrullan sin supervisión hasta que encuentran algo que necesita la atención humana. El ejército de EE.UU. ha estado trabajando en robots centinelas desde hace tiempo; y los quiere armados hasta los dientes.
Ejemplo de esto es Corea del Norte, que en una noticia del 2010 aparecida en http://www.revistatenea.es decía lo siguiente:
Según han explicado fuentes del ministerio de defensa surcoreano, Corea del Sur ha desplegado ya un robot centinela capaz de detectar y eliminar intrusos a lo largo de la, fuertemente fortificada, frontera con Corea del Norte. Aunque el gobierno surcoreano no ha querido ampliar detalles, sí ha especificado que el robot responde a la integración de dos máquinas de vigilancia y seguimiento dotadas con sistemas de reconocimiento de voz que han sido incluidas en una sola unidad.
Según la agencia de noticias coreana Yonhap, la unidad robótica ha tenido un coste de 330.000 dólares y fue instalada el pasado mes de junio en un puesto de guardia en la sección central de la Zona Desmilitarizada que divide la península. Dicha agencia cita a un portavoz no identificado del gobierno de Seul que ha explicado que, en caso de éxito, el ministerio podría implementar robots centinela a lo largo de toda la última gran frontera que permanece intacta desde la Guerra Fría.
El robot se sirve de la termodinámica y diversos detectores de movimiento para localizar posibles amenazas y alertar a los centros de mando. Si el operador del centro no puede identificar a los posibles intrusos a través del sistema de audio o video del robot, puede darle instrucciones para que abra fuego con un cañón de 40 mm o un lanzagranadas automático.
Corea del Sur también está desarrollando robots de combate altamente sofisticados, armados y dotados de sensores que podrían ayudar a los soldados humanos en el campo de batalla.
Seul cuenta en la actualidad con 655.000 militares reclutados frente a los 1,2 millones con los que cuenta el régimen de Pyongyang. Una fuerte disminución de la natalidad en Corea del Sur significa que Seúl necesita aprovechar la tecnología para preservar su número de tropas disponibles a futuro.
Fuente: http://www.revistatenea.es