 
Como era 
de esperar, el extraño accidente del vuelo 9525 de Germanwings ha 
levantado todo tipo de especulaciones. La tesis oficial de la 
investigación se ha centrado en el estado mental del copiloto Andreas 
Lubitz, del cual han aparecido toda clase de informaciones “sospechosas”
 que, al parecer, habían pasado inadvertidas tanto para la compañía como
 para las autoridades de aviación civil.
Para que 
el círculo sobre Lubitz se cierre, tras la depresión, tratamientos 
psiquiátricos, posible desprendimiento de retina que le apartaría 
próximamente de su profesión de piloto, su obsesión por los Alpes, 
padecía de ansiedad generalizada, una baja médica ocultada a la 
compañía, etc… Ahora se informa de que el copiloto del trágico avión 
había estado en tratamiento psiquiátrico por sus “tendencias suicidas”…
El 
copiloto de Germanwings, Andreas Lubitz, fue tratado por tendencias 
suicidas hace años, según revelaron fiscales de Dusseldorf informa la 
agencia AP. Antes de obtener su licencia de piloto, Lubitz, había estado
 bajo supervisión de psicoterapeutas debido a sus tendencias suicidas. 
La semana pasada, durante el registro del apartamento del copiloto, 
ubicado en la ciudad alemana de Dusseldorf, los investigadores 
encontraron "información" que evidencia su enfermedad mental.
“Respuestas escalofriantes” del copiloto de Germanwings minutos antes de la tragedia 
En las 
grabaciones de la caja negra del avión de Germanwings, supuestamente 
(porque públicamente no ha sido posible escucharlas hasta el momento) se
 pudieron escuchar las respuestas escalofriantes que dio el copiloto 
Andreas Lubitz. Se le escucha diciendo "con suerte" y "ya veremos" al 
piloto Patrick Sondheimer mientras realizaba el control de la 
preparación para el aterrizaje unos momentos antes de que el capitán 
del Airbus abandonara la cabina para ir al baño, según el diario 'Daily Mail'.
El 
copiloto le dijo a Sondheimer que podía ir al baño "en cualquier 
momento" en un tono descrito por las autoridades francesas como 
"lacónico". Después de completar la revisión, Lubitz dijo al comandante:
 "Ya puedes irte". Dos minutos más tarde, Sondenheimer 
decide abandonar la cabina indicando al copiloto que puede tomar el 
control de la aeronave.
Después 
de que Lubitz tomara el mando, el avión empezó a descender. El copiloto 
no respondió a los gritos del comandante, quien le exigió permitirle 
entrar en la cabina cerrada desde el interior. En los últimos minutos 
antes del accidente, se escucharon gritos de los pasajeros de fondo y la
 respiración silenciosa del copiloto que dirigía el avión rumbo a los 
Alpes. Ya no sabemos más…
Por otro 
lado, se nos ha repetido estos días que el comportamiento de Lubitz era 
“tan anómalo” que había provocado la ruptura con su novia… pero otras 
informaciones contradicen este supuesto.
La
 pareja de Lubitz, Kathrin Goldbach, habría dicho a los alumnos en la 
escuela donde enseña que iba ‘a ser mamá’, agregando que ella había 
planeado casarse con Lubitz. Esta información se ha publicado en algunos medios como el ‘Mirror’ o ‘Bild’.
La 
profesora de secundaria, de 28 años, abandonó Alemania tras el accidente
  pensando que su novio había sido una de las víctimas, es decir, antes 
de que se comenzara a acusar al copiloto de ser el causante del trágico 
accidente. De acuerdo con el diario alemán Bild, llegó a Francia para 
constatar que había sido el autor de los asesinatos en masa, algo que ni
 se le pasaba por la cabeza.
Ella 
solía decir que se sentía feliz de compartir la noticia de su maternidad
 y con ganas de iniciar su nueva vida como madre e incluso planeaba 
casarse con Lubitz mientras planeaban su futura vida en común. La
 pareja se conoció cuando ambos eran adolescentes, mucho antes de que 
Lubitz se convirtiese en un piloto, mientras trabajan juntos en un 
Burger King en su ciudad natal de Montabaur. Se mudaron juntos a 
Dusseldorf y compartían un piso después de que Lubitz obtuviera el 
título de piloto hace alrededor de cuatro años. Además, según 
ha podido saber la publicación 'Focus', Lubitz acudió hace unas semanas a
 un concesionario de Audi en los alrededores de Dusseldorf y adquirió 
dos vehículos de esta marca alemana. Al parecer, disimulaba bien sus 
ganas de “suicidarse”.
A partir 
de estas informaciones, los mismos medios que adelantaron la  supuesta 
ruptura de la pareja, incluso, alguno de ellos, llegó a decir que la 
novia lo había dejado, dicen ahora que el piloto tuvo una aventura, que 
duró cinco meses, con una azafata de la misma compañía Germanwings  y 
con quien se citaba en hoteles baratos.
Todo esto
 no parece encajar mucho con la personalidad de alguien que piensa 
cometer una barbaridad como estrellar un avión con 150 personas a bordo.
 De ahí que en las redes hayan proliferado otras hipótesis para explicar
 la tragedia del vuelo 9525.
Más incongruencias
En un 
principio, parece curiosa la afirmación efectuada en la cadena 
radiofónica SER el pasado 24 de Marzo, en la que un técnico de aviación 
se extrañaba de la cantidad de accidentes que últimamente se producen en
 vuelo, cuando, por lo general, la mayoría de esos eventos desastrosos 
se producen al despegar o aterrizar el aparato. Cuando los aviones están
 en vuelo, es difícil que tengan problemas.
Otro dato
 incongruente es la afirmación del periódico alemán Focus, afirmando que
 a 32 millas del aeropuerto de Toulon, el avión había empezado a perder 
altura y no decidieron aterrizar en él, dejándolo pasar de largo para 
finalmente estrellarse en los Alpes, después de volar 106 millas en las 
que paulatinamente perdía altura.
Lo que sí
 parece confirmado es que fue un controlador aéreo el que decide poner 
el aparato en alerta, e incluso se envía un avión militar para averiguar
 qué está pasando mientras los pilotos del avión siniestrado mantienen 
un extraño silencio. Este avión militar fue visto por testigos y los 
reseñó en su primera crónica el Daily Mail, para posteriormente 
suprimirlo de la noticia, como ya expusimos en Elespiadigital.com.
Los 
restos del avión encontrados en la cordillera alpina cerca de 
Barcelonnette muestran el avión literalmente hecho añicos, como si se 
hubiese pulverizado, siendo la mayoría de las piezas e pequeño tamaño y 
las más grandes no superaban el tamaño de un coche según informó la 
CNN.  Asimismo, la extensión por la que los restos del avión están 
extendidos y la gran fragmentación del aparato, hacen pensar que el 
avión pudiera haber explotado poco antes de impactar. Anteriores 
accidentes similares, como el acaecido en 1995 por el vuelo 965 de 
American Airlines cuando impactó contra una montaña en Colombia, no 
produjeron ni la milésima parte de fragmentación.
El vuelo 965 de American Airlines
 era un vuelo regular desde el Aeropuerto Internacional de Miami al 
Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón de Palmira, Colombia, 
que durante su aproximación para aterrizar chocó contra una montaña en 
Buga, Colombia el 20 de diciembre de 1995, matando a 160 ocupantes de la
 aeronave, salvándose solo 4 de ellos.1 Ha sido el peor 
accidente aéreo registrado en Colombia. El accidente fue el primero de 
un Boeing 757-223 estadounidense y fue, en su tiempo, el mayor accidente
 aéreo implicando una aeronave estadounidense desde el derribo del Vuelo
 103 de Pan Am ocurrido siete años antes. Cuatro pasajeros y un perro 
sobrevivieron al accidente. Como se puede observar en las imágenes, el 
escenario nada tiene que ver con lo que hemos visto en los Alpes, pese a
 ser un accidente de similar factura.



En el 
caso del vuelo 9525, los restos del aparato están extendidos por una 
gran superficie, como si hubiese explotado. Algunas voces afirman que el
 avión explotó por despresurización, pero resulta curioso observar como 
aparatos que llegaron a despresurizarse bruscamente, llegando a perder 
una puerta en pleno vuelo, consiguieron aterrizar, e incluso aviones de 
paracaidismo militar, cuando se despresurizan en su zona de descarga 
previamente abierta en pleno vuelo para que los paracaidistas salten, no
 sufren daños estructurales. Como ejemplo claro tenemos el vuelo 811 de 
United Airlines, que se descomprimió parcialmente por un error del 
cierre de la puerta de carga y el avión no explotó, pudiendo llegar a 
aterrizar.
Es más, 
el video publicado cuando llegaron las primeras ayudas al lugar del 
siniestro, no muestran fumarolas o restos humeantes, como si no se 
hubiese incendiado en la montaña y hubiese explotado en el aire…
Un 
supuesto audio recuperado de Vuelo Germanwings 9525 muestra claramente 
lo contrario de lo que los medios de propaganda occidentales han estado 
informando de que los "gritos de los pasajeros" se escuchan primero, 
luego se van en silencio y el ruido que sigue es de "metal crujiendo", 
las alarmas de la cabina, y la charla de radio indescifrable antes todo 
va en silencio ... Da la sensación de que el avión sufrió una falla 
catastrófica matando a todos los pasajeros y tripulantes en primer 
lugar, después de que el avión explosionara en el aire.
 Un comentario de uno de nuestros lectores señala: “Me
 ha llamado mucho la atención, el dato contenido en la "regrabadora " de
 voz, en la cual se puede escuchar la respiración del copiloto. Como 
ustedes saben, ese dato es vital para demostrar la "teoría del suicidio"
 pues, de ser cierto, demostraría que el piloto no estaba incapacitado, 
pero en esta prueba en concreto hay algo que no encaja con las leyes de 
la física (sonido) y es el dato, de que el sonido de la respiración 
humana es de 10 Db y el sonido ambiente del cockpit (cabina de los 
pilotos) es mucho mayor y, de ser cierto que se oye la respiración en la
 grabación, este hecho vulneraría las leyes de la física y eso solo se 
puede conseguir en un estudio de grabación, atenuando el sonido 
ambiental y potenciando el sonido de la respiración. Para que podáis 
contrastar las evidencias expuestas, pongo un enlace de un cockpit de 
A-320 en pleno vuelo”.
Habrá que
 esperar a que se haga pública la investigación de las cajas negras del 
aparato siniestrado para saber si algunas de las incoherencias se 
despejan. En cualquier caso, la propia compañía Lufthansa también 
debería dar a conocer los datos que disponga de su Centro de Control de 
Mantenimiento, desde donde se monitorizan constantemente todas las aeronaves de la compañía, tanto en tierra como en vuelo.
El Centro
 de Control de Mantenimiento de Lufthansa supervisa el estado técnico de
 la aeronave con servicio en todo el mundo, tanto en tierra como en el 
aire, y controla los procedimientos necesarios. Los estados 
estructurales de la aeronave y las fechas de vencimiento de las 
modificaciones y tareas necesarias previstas son constantemente seguidos
 y controlados. Todo lo que es parte de la gestión de flotas se controla
 allí las 24 h del día y en todo el mundo.
Por su 
parte, en el Centro de Control de Tráfico de Lufthansa en Frankfurt, el 
personal compila todos los datos necesarios en la flota de Lufthansa que
 opera en todo el mundo utilizando lo que se conoce como el sistema 
ACARS (Aircraft Communications Addressing and Reporting System), una red
 de datos que utiliza la radio HF y los satélites. Desde allí se 
detectan posibles fallos de inmediato. Sin embargo, no han trascendido 
datos sobre la tragedia desde la compañía.
El peligro de los “juegos de guerra”  
Según 
algunas fuentes que no hemos podido confirmar, un submarino ruso de la 
flota del Mar del Norte que tiene su base en Severomorsk y que 
actualmente opera en el Mediterráneo, informó que detectó anomalías 
eléctricas atmosféricas generalizadas sobre el sur de Francia, Italia y 
el oeste-suroeste de Suiza.  La zona donde fueron detectadas, pasa 
también por el área de operaciones de combate del 510 escuadrón de cazas
 de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos que opera desde la base aérea 
de Aviano en Italia. Estas anomalías llegaron hasta el sur de Francia y 
provocaron que los radares británicos se fueran a negro. ¿Pudo algo así 
tener que ver con la tragedia?
No lo 
podemos saber –todavía-, pero no es la primera vez que maniobras 
militares de la OTAN interfieren en los vuelos de la aviación civil 
sobre los cielos de Europa. Así, el pasado año se informó de un 
incidente cuando unos 50 aviones civiles desaparecieron temporalmente de
 los radares en Austria, Alemania, la República Checa y Eslovaquia entre
 el 5 junio y 10 de junio.
Servicios de tránsito aéreo eslovacos en su declaración acerca de aquel suceso dijeron que "la
 desaparición de objetos en las pantallas de radar estaba conectada con 
un ejercicio militar planificado que tuvo lugar en varias partes de 
Europa, cuyo objetivo era la interrupción de las comunicaciones por 
radiofrecuencias".  Esta actividad también causó la desaparición temporal de varios objetivos en las pantallas de radar, "pero no se perdió el contacto por radio con los controladores aéreos y continuaron su vuelo normalmente".
También 
hemos reseñado en Elespiadigital.com el incidente del pasado 3 de marzo 
cuando coincidiendo con una pre-simulación de la Fuerza Aérea de Estados
 Unidos, el vuelo de Lufthansa LH1172, un Airbus A321 que operaba a una 
altitud de vuelo normal, cayó en picado en cuestión de minutos. Un 
artículo escrito en Airliner Reporter recogió el testimonio de un testigo: "Hubo
 algunos momentos en los que pensé que estaba a punto de presenciar en 
tiempo real un accidente a miles de kilómetros de distancia. Pero, por 
suerte, los pilotos reaccionaron rápidamente y se desviaron a un 
aeropuerto cercano."

Lufthansa confirmó a AirlineReporter.com
 que el vuelo en cuestión (LH1172) llevaba 151 pasajeros a bordo y el 
comandante decidió hacer escala en Nantes, "debido a un caso médico". Se
 confirmó que no hubo ninguna emergencia de esa clase y la aeronave 
aterrizó sin problemas.
La 
cuestión es ¿qué tipo de ejercicio militar podría desarrollarse que 
pudiera tener consecuencias dramáticas para una aeronave civil?
¿Probando el sistema HELLADS?
Algunos 
analistas están especulando con que el 24 de marzo, día de la tragedia 
del cuelo 9525, la Fuerza Aérea de Estados Unidos realizó una prueba 
fallida de su sistema HELLADS, (Sistema de Láser Líquido de Alta 
Energía), que intentaba derribar una supuesta ojiva nuclear simulada 
lanzada desde Rusia. Dicha prueba se habría repetido nuevamente el 
viernes 27 de marzo, dando lugar a la parada de la red eléctrica en el 
norte de Holanda, incluyendo Amsterdam.
El 22 de 
mayo de 2013, cuando el incidente del vuelo de Lufthansa LH1172, también
 se realizaron ejercicios por la OTAN con el lanzamiento de un misil 
balístico intercontinental desde la Base Aérea Vandenberg en California.
 Asimismo, el 23 de marzo se realizó el lanzamiento de un ICBM para una prueba HELLADS, seguida por otro lanzamiento el 27 de marzo que supuestamente afectó el norte de Holanda.
Exactamente,
 estos ejercicios se llevarían a cabo lanzado un ICBM Minuteman 
LGM-30G-III a una altitud de 1.120 kilómetros a una velocidad de casi 
Mach 24, después de lo cual se despliega una Maniobra de Reentrada de 
Vehículo Avanzado ( AMaRV ) en órbita polar y el cuerpo de la nave cae 
en el Océano Pacífico. El AMaRV simula múltiples ojivas nucleares, es 
entonces cuando se dispara un rayo láser de alta energía (HELLADS) en un
 esfuerzo por destruir las cabezas nucleares en su intento de reentrada 
hacia sus objetivos.
Si algo 
así hubiese ocurrido se explicaría la puesta en marcha de una “Operación
 Tapadera” para ocultar las auténticas causas del desastre del vuelo 
9525 de Germanwings. Pero insistimos, son especulaciones alimentadas por
 algunas graves incoherencias en el relato oficial de los hechos.
La 
explosión en el aire explicaría por qué el Centro de Control de 
Lufthansa, fue incapaz de “detectar de inmediato” y “controlar los 
procedimientos necesarios”, del 9525 de Germanwings. Es inconcebible que
 no hayan podido notar que uno de sus jets se estaba desplomando a 
tierra en el sur de Francia.
El Programa HELLADS
El 
HELLADS es un programa de defensa de Estados Unidos para desarrollar un 
sistema de armas basado en láseres de alta energía para defenderse de 
las amenazas tierra-aire. El programa tiene como objetivo desarrollar un
 sistema láser de 150kW para contrarrestar las amenazas de tierra, tales
 como cohetes, y misiles tierra-aire.
El 
sistema HELLADS se probó por primera vez en instalaciones estática de 
tierra, antes de la integración posterior en un avión táctico de la 
Fuerza Aérea estadounidense (USAF). La USAF pretende armar sus vehículos
 aéreos no tripulados (UAV) y bombarderos como el B-1B con los láseres 
HELLADS.
El 
sistema de armas también se puede montar en los vehículos blindados de 
combate, aviones de vigilancia y buques patrulleros. Se espera afinar la
 puntería por rayos láser para reducir los daños colaterales.
Se basa 
en un láser de yodo en estado sólido enfriado por un líquido. El sistema
 será diez veces más ligero y compacto en comparación con otros sistemas
 de láser de alta potencia similares. El orden de magnitud facilitará la
 integración del sistema con aeronaves, vehículos terrestres y vehículos
 aéreos no tripulados. Se espera que tenga un peso máximo de 750 kg y el
 volumen de dos a tres metros cúbicos.
La 
Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) puso 
en marcha el programa de desarrollo HELLADS en 2001. La agencia ha 
destinado alrededor de 75 millones de dólares para el desarrollo, con el
 programa que esté terminado en cinco fases. Las dos primeras etapas, 
que se completaron en 2002.
Se 
completó la tercera fase de desarrollo en 2011. Se trataba de una prueba
 exitosa a escala de laboratorio que reproduce la misma capacidad 
operativa y la geometría del sistema de armas final.
En 
febrero de 2011, DARPA reportó haber desarrollado dos células de 
laboratorio que excedieron de salida los 34kW. El pequeño tamaño del 
módulo láser solo fue posible con estructuras ligeras, óptica, 
electrónica y sistemas de refrigeración avanzados. Estos módulos serán 
desarrollados e interconectados para producir la salida del láser de 
150kW necesario.
La cuarta
 fase implicará el desarrollo de una base en tierra Demostrador de 
Sistemas de Armas Láser (DLWS) para el programa. La última fase 
consistirá en la fabricación, la ingeniería, la integración y la 
demostración del HELLADS en una plataforma táctica. La integración del 
sistema en la aeronave se incrementará significativamente la eficiencia 
del arma.
EE.UU. e 
Israel han coproducido un láser táctico de alta energía (THEL) llamado 
Skyguard, que se basa en un láser químico de fluoruro de deuterio 
(DFCL). Fue desarrollado por Northrop Grumman en 2000. THEL se encuentra
 actualmente en la fase de prueba y demostración.
La 
Oficina de Tecnología Estratégica de DARPA está gestionando el programa 
HELLADS. Aeronautical Systems (GA-AS), División de General Atomics es el
 contratista principal para el desarrollo del sistema de armas 
láser. Lockheed Martin fue subcontratada para la prestación de los 
servicios de integración del sistema en mayo de 2005.
Fuente:  http://www.elespiadigital.com/
 
 

 El
 primer intento al respecto lo realizó en otoño pasado el primer 
ministro británico, David Cameron, anunciando públicamente en dos 
ocasiones distintas, que las llamadas “teorías de la conspiración”, 
deberían ser consideradas como “extremistas” y equivaler a “terrorismo” y
 que por lo tanto deberían ser eliminadas de la sociedad por motivos de 
“seguridad nacional”.
El
 primer intento al respecto lo realizó en otoño pasado el primer 
ministro británico, David Cameron, anunciando públicamente en dos 
ocasiones distintas, que las llamadas “teorías de la conspiración”, 
deberían ser consideradas como “extremistas” y equivaler a “terrorismo” y
 que por lo tanto deberían ser eliminadas de la sociedad por motivos de 
“seguridad nacional”.
 
 
                             
        
         
             
                            
 
                            
 
                            