Por Francisco José Fernández García
Nº6: ¿Dónde estoy?
Nº2: En La Villa
¿Qué desean?
Información.
¿A qué bando pertenecen?
No puedo revelárselo.
Queremos información… QUEREMOS INFORMACIÓN…
INFORMACIÓN
¡No se la daré!
De algún modo lo obligaremos
¿Quién es usted?
Soy el nuevo Número 2
¿Quién es Número 1?
Usted es Número 6.
¡No soy un número! ¡Soy un hombre libre!
Nos vemos.
Con esta serie de preguntas y
respuestas comenzaban todos y cada uno de los episodios de la mítica y
estupenda serie de finales de los sesenta, hoy de culto, El Prisionero, protagonizada
por el genial Patrick McGoohan. Esta
serie, de las más originales e inteligentes que ha dado la televisión, en
realidad fue también una idea suya, así como los guiones, dobles papeles, etc.
hasta tener que poner seudónimos para que no se repitiese su nombre en los créditos tantas veces.
La Villa, un lugar paradisiaco, y una terrible prisión.
Todo lo que podamos ver y oír a lo largo de la serie es interesantísimo,
y su relación, 50 años después de su primera emisión, con los tiempos que
estamos viviendo ahora, es total. ¿Insinuaba Patrick en la serie que el Ser
Humano está prisionero en este Planeta? ¿Qué tiene que ver esta serie con la
temática que se suele tocar en este blog? Mucho, como veremos -y porque llevaba tiempo
con ganas de hablar de ella-. Despide masonería por los cuatro costados, es
profética, anuncia el estado policial y la vigilancia ciudadana hasta en el interior de los hogares. Describe a la
perfección el estado Gran Hermano que estamos sufriendo en estos días. A pesar
de mi investigación, no he podido constatar al 100% si Patrick McGoohan fue
masón, o perteneció a algún grupo secreto de poder; es obvio, al ver la serie
que creó, que muy probablemente lo fue y tuvo por tanto acceso a mucha
información y planes secretos que desvela poco a poco en los argumentos de
los episodios.
Nuestro protagonista descubre como durante toda su vida ha sido espiado. Le están ensañando en monitores y libros como tienen todos sus datos archivados, incluso lo que pensaba. El Show The Truman lo copiaron de esta serie, y ésta del libro 1984, de
George Orwell.
La serie comienza en lo que se supone es un agente secreto del gobierno
británico que renuncia a su cargo, y, como consecuencia, poco después es
drogado en su casa y secuestrado. Lo trasladan a la Villa, una especie de
balneario paradisiaco, donde utilizarán todos los medios a su alcance para
obtener la información que éste posee y saber el por qué renunció a su puesto,
como queda claro en el diálogo del inicio de cada capítulo de la serie, y que
puse más arriba.
“Ya nos está diciendo subliminalmente que posee información vital”.
Un lugar pintoresco y colorido, pero no se engañe. Jamás podrá escapar de aquí.
No se engañe. Le hacen creer que vive y actúa libremente, pero todo está manipulado.
Y aquí comienza lo bueno. La Villa es una especie de paraíso
maravilloso, pintoresco, donde sus habitantes, paradigmas de la felicidad,
visten jerséis de rayas, sombrillas y capas de colores, siempre te saludan con
gran amabilidad en su interminable deambular por las plazas y jardines de la
zona. Pero en esta Arcadia no todo es lo que parece, es una terrible y temible
prisión cuya ubicación es un enigma, y de la que nadie puede escapar ni
abandonar, se ejerce el control absoluto sobre todos y cada uno de sus
habitantes, a los que encima se les ha despojado de sus nombres, y sustituidos
por números. Patrick MacGoohan es el Número Seis y se le obligará a vivir en
este régimen totalitario, donde nadie es lo que parece, nadie sabe quién es un guardián o un
prisionero.
El curioso y singular saludo de La Villa, con un "Hasta Pronto". Es un saludo masónico, e indica el ojo que todo lo ve.
Nicolas Sarkozy, el que fue presidente de Francia, lo utilizaba constantemente.
En cierto modo El Prisionero retoma la idea del libro de 1984 de George Orwell,
sobre el control que ejerce el entorno sobre el individuo. En la serie Patrick
siempre luchará contra el sistema que le han impuesto en pos de conseguir la
libertad, su libertad. Pero en el fondo creo que lo que trata de decirnos
es que somos nosotros los que permitimos que otros controlen nuestras vidas,
decisiones y acciones, y que jamás escaparemos.
El Rover, enigmático, además de ser un peligroso y terrible guardian de La Villa. Nada escapa a su control.
-“Me recuerda a Mátrix, en La Villa se controla hasta lo más íntimo del individuo.
Patrick nos está diciendo que vivimos en una falsa realidad, por mucho que nos
lo adornen de paraíso libre”.
El gran, sofisticado, automatizado y futurístico archivo -no olvidemos que la serie es de los años 60-, donde estan archivados todos nuestros datos. También salía en Expediente X, escondido bajo tierra, y que ocultaba el ADN de toda la población mundial.
Teléfono público de La Villa, sin cables: "Sólo se admiten llamadas locales". También utilizan un sistema similar a nuestro skype de hoy día.
El protagonista sabía lo que nos deparaba el futuro, pertenecía a alguna
logia masónica o sociedad secreta de poder, veamos. Poseía cierta información o simplemente
intuyó lo que el destino nos deparaba para el futuro. Una sociedad controlada y vigilada hasta
en los más ínfimos e íntimos detalles, como estamos viendo hoy día por las informaciones que están
saliendo a la luz, donde todos los adelantos técnicos se nos venden como
mejoras para nuestra comodidad, pero que en el fondo son para hacernos más
prisioneros, espiarnos y ejercer aún más control sobre nuestras persona, amén
de manipularnos a su antojo, como marionetas y ganado que somos antes sus ojos.
Hombres de negro, ¿son los amos del lugar?
Durante la serie veremos infinidad de símbolos relacionados con la
masonería, el gran ojo que todo lo ve, suelos ajedrezados, tronos piramidales
con un único ojo. Hay teléfonos, radios inalámbricos, sistema de comunicación similar al skype, sí en los años 60, y hasta
hombres de negro. Aparece un inmenso archivo donde se nos tiene a todos
catalogados, y que también sale en expediente X, quizás lo tomaron de aquí. El Show
de Truman copió mucho de esta serie, pues al protagonista se le enseña en una
pantalla como lo han estado espiando desde que nació, incluidas cámaras de
video vigilancia en todos los rincones de la casa.
Todo en La Villa se controla desde está habitación, y sobre la cabeza de los guardianes el Gran Ojo que todo lo ve. Curioso, Justo sobre el tipo que está en la esquina inferior izquierda, se puede ver el Cinturón de Orión.
En esta imagen de La Villa se pude ver el suelo ajedrezado, y para más incapie juegan a un ajedrez humano.
Aquí vemos una ceremonia masónica, vean el suelo. En la masonería los colores y la forma ajedrezada significa el yin y yang.
En esta foto podemos ver el suelo masónico y una estrella central. Esta estrella tambien está presente en La Villa, como podemos obervar en la siguiente foto.
Resulta curioso, y revelador,
como el método de espiar en la villa se ejerce desde un centro de control, y por
medio de un sofisticado dispositivo que es un gran ojo. Patrick nos advierte
como se emplea sofisticados métodos de control mental y sicológicos, así como
el empleo de potentes drogas, descargas eléctricas, para someter y doblegar la
voluntad de la gente.
Un personaje utiliza contra el número 6, sentado en la silla, un poderoso sistema de control mental para doblegar su voluntad.
Podemos ver de forma descarada el símbolo Illuminati en este trono, su forma piramidal con el ojo central no deja lugar a dudas.
El legislador.
Aquí vemos en un primer plano al protagonista, Patrick McGoohan, con el símbolo masón e Illuminati de fondo.
Si nos fijamos en el símbolo masón, foto superior, la escuadra y el compás, podemos observar como en la serie la han utilizado para crear el trono, ¿Illuminatis y masones son los mismos?
El protagonista, Patrick McGoohan, ante la Hermandad que gobierna La Villa. Más claro el agua.
Otra curiosa coincidencia, aunque hace tiempo que dejé de creer en las coincidencias, el protagonista de La Villa quería ir a este lugar paradisiaco:
y el protagonista de otra interesantísima película, Dark City, quería ir a un lugar similar.
Por lo tanto podemos decir que La villa, que
simula un paradisiaco y bonito lugar, al igual que este planeta, es en
realidad una gran prisión de la que no
se puede escapar y donde todos siguen las directrices del número uno, y del que
jamás se llega a saber quién es en realidad. Pero si podemos adivinar que ese
Número Uno, al final de la serie podemos intuirlo, es una especie de sociedad
secreta que todo lo manipula: Masonería, Illuminatis, etc. ¿O es él, el número seis, el número uno?
¿vivimos libremente una realidad, o por el contrario estamos en una prisión adornada de falsa realidad? Juzgue usted.
Francisco José Fernández García