© Manuel Lema
Allí, el dueño de casa, Miguel Ángel Pérez, relató al diario La Estrella de Valparaíso, que su suegro se levantó a las 6 y media de la mañana para alimentar a sus gallinas, pero se encontró con la lamentable sorpresa que todas estaban muertas y en extrañas circunstancias.
"Lo más raro es que nadie escuchó nada. Mi hijo que se quedó aquí, dice que escuchó unos ruidos chicos, pero ni los perros ladraron, ni los borregos metieron bulla", contó Pérez al periódico porteño quien detalló que sólo sobrevivió una gallina a la cual sacrificará, pues "resultó traumatizada y quebrada".
El afectado por este inusual hecho, no cree que los perros hayan sido los culpables, ya que "no tienen tanta inteligencia para venir y dejar doblado el cartón del techo del gallinero que es por donde se metieron para masacrar a las gallinas", sostuvo. Además, agregó que "si hubiese sido un depredador se las hubiese comido". Los animales amanecieron "secos", sin sangre.
Sin embargo éste no es el primer ataque del "Chupacabras" en su propiedad. Miguel Ángel Pérez indicó que el jueves de la semana pasada, un día antes de lo acontecido en Calle Larga, encontró a dos gallinas muertas de la misma forma que las ya mencionadas.
Carabineros llegó hasta el lugar y realizó una investigación al respecto, pudiendo constatar que no había huellas de ningún tipo.
El afectado por este inusual hecho, no cree que los perros hayan sido los culpables, ya que "no tienen tanta inteligencia para venir y dejar doblado el cartón del techo del gallinero que es por donde se metieron para masacrar a las gallinas", sostuvo. Además, agregó que "si hubiese sido un depredador se las hubiese comido". Los animales amanecieron "secos", sin sangre.
Sin embargo éste no es el primer ataque del "Chupacabras" en su propiedad. Miguel Ángel Pérez indicó que el jueves de la semana pasada, un día antes de lo acontecido en Calle Larga, encontró a dos gallinas muertas de la misma forma que las ya mencionadas.
Carabineros llegó hasta el lugar y realizó una investigación al respecto, pudiendo constatar que no había huellas de ningún tipo.
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