En el interior del mundo opalino podemos ver galaxias de mermelada, cielos incandescentes o corales profusos.
Si bien no son tan valiosos como los diamantes u otras piedras preciosas, algunas personas consideran a los ópalos como las gemas más hermosas del mundo, por el nivel de detalle de las formas y colores que se inscriben en su superficie, como si se tratara de acuarios o ventanas al cielo.
El ópalo es una piedra relacionda al cuarzo, conocida como sílice, el cual se encuentra sobre todo en yacimientos en México y Australia. Evoca una ventana a mundos interiores, corales o cielos que se graban en las piedras lisas o energía cósmica y telúrica cristalizada en santiamenes de fuego. Los ópalos recuerdan también a huevos cósmicos o huevos incubados por aves fénix.
Algunos consideran que el ópalo tiene un valor dentro de la alquimia, ya que estas piedran llegan a tener hasta el 21% de agua mientras que sus colores y formas evocan flamas, haciendo una fusión simbólica del fuego y el agua, lo que en la alquimia se conoce como el conjunctio oppositorum, la unión de los opuestos.
Ver estas imágenes recuerda el poema de William Blake, Augurios de Inocencia, uno de las grande picos de conciencia fractal:
Ver un mundo en un grano de arena
y un cielo en una flor silvestre,
tener el infinito en la palma de la mano
y la Eternidad en un hora.
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