Un juez estadounidense ha anulado este viernes todos los cargos que se imputaban al fallecido líder de la red terrorista Al Qaeda, Usama Bin Laden, por una serie de atentados contra intereses estadounidenses, poniendo fin así a un proceso judicial contra el cerebro de los ataques terroristas del 11-S que se ha prolongado durante trece años.
El juez de distrito Lewis Kaplan, que preside el tribunal federal de Manhattan encargado del caso de Bin Laden, ha emitido una orden 'nolle prosequi', que implica el final de un proceso judicial, una decisión habitual cuando el acusado ha fallecido.
La orden judicial llega seis semanas después de que el pasado 2 de mayo varios comandos de élite estadounidenses mataran a Bin Laden en una operación en su residencia de Abbottabad, a unos 60 kilómetros al norte de Islamabad, en Pakistán. Los fiscales estadounidenses iniciaron el proceso judicial contra Bin Laden en junio de 1998.
En una docena de escritos de acusación, los fiscales imputaban a Bin Laden una serie de acciones terroristas contra intereses estadounidenses, que incluye alentar a los líderes tribales somalíes a atacar a personal militar estadounidense en Mogadiscio en 1993 y los atentados con coche bomba perpetrados contra las Embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania en 1998, que acabaron con la vida de 224 personas.
Bin Laden nunca fue procesado por los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, en los que murieron casi 3.000 personas y que provocaron que Estados Unidos pusiera en marcha la denominada guerra contra el terrorismo.
La orden del juez del tribunal federal de Manhattan llega después de que el Departamento de Justicia le solicitara oficialmente que anulara los cargos contra Bin Laden. La solicitud incluye una declaración jurada de un alto cargo del departamento en la que describía la operación militar que el pasado 2 de mayo acabó con la vida del líder de la red terrorista Al Qaeda.
Fechado el pasado 16 de junio, el documento señala que la muerte de Bin Laden fue confirmada con pruebas de ADN y que el cadáver fue identificado por una de la mujeres del líder de la red terrorista.
La orden judicial llega seis semanas después de que el pasado 2 de mayo varios comandos de élite estadounidenses mataran a Bin Laden en una operación en su residencia de Abbottabad, a unos 60 kilómetros al norte de Islamabad, en Pakistán. Los fiscales estadounidenses iniciaron el proceso judicial contra Bin Laden en junio de 1998.
En una docena de escritos de acusación, los fiscales imputaban a Bin Laden una serie de acciones terroristas contra intereses estadounidenses, que incluye alentar a los líderes tribales somalíes a atacar a personal militar estadounidense en Mogadiscio en 1993 y los atentados con coche bomba perpetrados contra las Embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania en 1998, que acabaron con la vida de 224 personas.
Bin Laden nunca fue procesado por los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, en los que murieron casi 3.000 personas y que provocaron que Estados Unidos pusiera en marcha la denominada guerra contra el terrorismo.
La orden del juez del tribunal federal de Manhattan llega después de que el Departamento de Justicia le solicitara oficialmente que anulara los cargos contra Bin Laden. La solicitud incluye una declaración jurada de un alto cargo del departamento en la que describía la operación militar que el pasado 2 de mayo acabó con la vida del líder de la red terrorista Al Qaeda.
Fechado el pasado 16 de junio, el documento señala que la muerte de Bin Laden fue confirmada con pruebas de ADN y que el cadáver fue identificado por una de la mujeres del líder de la red terrorista.
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