Astrónomos estadounidenses han detectado la colisión de una estrella y un agujero negro, una 'carambola' cósmica que se repite una vez cada 100 millones de años. El fenómeno fue registrado en la constelación de Draco, en el centro de nuestra galaxia, a una distancia de 3.800 millones años luz de la Tierra.
La ´fagocitación´ de la estrella por el enorme agujero negro desencadenó una emisión muy potente de radiación gamma que fue detectada el 28 de marzo por el telescopio cósmico Swift. El fenómeno fue catalogado bajo el nombre Sw 1644+57. Al principio los expertos pensaron que podía tratarse de una explosión de rayos gamma derivada del colapso habitual de una estrella.
Sin embargo, estos estallidos no son muy duraderos, y en el caso de Sw 1644+57 la persistencia de la luminosidad, así como el hecho de que se reactivara tres veces en apenas 48 horas, llevó a los científicos a inducir otra explicación.
Según explicó uno de los autores del descubrimieno Joshua Bloom, de la Universidad de California en Berkeley, citado por Space.com, el fenómeno se diferencia totalmente de cualquier explosión antes observada. Al darse cuenta de ello, no tardaron en suponer que podría tratarse de la caída una estrella del tamaño del Sol en un agujero negro un millón de veces más grande.
La estrella no solamente fue devorada, sino también destrozada al caer en la 'tronera' del agujero negro. El investigador explicó que su masa gira en espiral “como el agua que entra en un desagüe”, y que durante este proceso se libera muchísima energía.
A su vez, el profesor de la Universidad de Warwick, Andrew Levan, explicó que durante la 'deglución' de la estrella el agujero negro empezó a expeler dos haces de energía, uno de los cuales está dirigido hacia la Tierra.
Pese a la escala de este fenómeno cósmico de carácter único, los científicos lograron captarlo únicamente debido a que el sistema solar se topó casualmente con el haz de energía expulsada, precisó el investigador.
Fuente: http://actualidad.rt.com