En esta entrevista (está en inglés), el Dr. Tarpley revisa los escritos de John P. Holdren, el actual asesor de la ciencia Casa Blanca. Esta entrevista forma concluyente expone la verdadera agenda de la elite científica, el genocidio en todo el mundo y la formación de un gobierno mundial para gobernar.
El historiador y escritor Webster Tarpley expone cómo la Casa Blanca, la ciencia zar John P. Holdren, que infame co-escribió un libro de texto de 1977 en el que abogaba por la formación de un "régimen planetario" que usaría una "policía global" para hacer cumplir las medidas totalitarias del control de la población, incluidos los abortos forzados, los programas de esterilización masiva llevado a cabo a través del suministro de alimentos y agua, así como implantes corporales obligatorios que impidan a las parejas tener hijos, es un fanático de Malthus en la tradición de los arcanos anti-humano ideología que se originó entre los británicos aristocracia en el siglo 19.
Holdren se define como un "neo-malthusiana" en su propio libro, y como explica Tarpley, es un pesimista histórico que ha rechazado la idea de que Estados Unidos y de la humanidad en su conjunto puede progresar a través del ingenio, la industria y el crecimiento económico. En cambio, Holdren ve la humanidad como un cáncer sobre la tierra. Holdren quiere crear un "Tribunal de la Ciencia", donde los desarrollos potenciales podrían ser bloqueados por decreto del gobierno si no se ajustan a la sociedad planificada necesario bajo "régimen planetario" Holdren. También tiene por objeto instituir "des-desarrollo" en todo el mundo para evitar que el tercer mundo desde siempre se sacan de la pobreza las cosas y volver a "la civilización pre-industrial", donde se extiende por medio de la vida no sería mucho más de 30 años.
Holdren es co-autor, Paul Ehrlich, es un loco desacreditado que escribió libros en los años 70 alegando que Inglaterra no existiría como una masa de tierra en el año 2000 debido al cambio climático. Como explica Tarpley, advirtiendo de Ehrlich de una "explosión demográfica" ha demostrado ser incorrecta, con la población en Europa, Japón y los Estados Unidos caer, cuando la inmigración se elimina de la ecuación.