© Nasa.gov
El telescopio espacial Spitzer de la NASA detectó una enorme erupción de polvo alrededor de una estrella joven, resultado del choque de dos asteroides que podría resultar con el tiempo en un planeta similar a la Tierra.
Aunque las secuelas polvorientas de las presuntas colisiones de asteroides ya han sido observadas antes por el telescopio, esta ha sido la primera vez que los astrónomos han recopilado datos antes y después del choque de un sistema planetario. Y este tipo de colisión puede finalmente conducir a la formación de los planetas rocosos como el nuestro, afirman los investigadores.
Los planetas rocosos comienzan su vida como material polvoriento que gira alrededor de estrellas jóvenes. Las piezas del material se amontonan entre sí para formar asteroides que colisionan entre sí, explica el medio. Aunque a menudo los asteroides se destruyen, algunos crecen con el tiempo y se transforman en los protoplanetas, que después de 100 millones de años maduran hasta convertirse en planetas completamente desarrollados terrestres.
R.T.
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