Unos 10 policías fueron necesarios ayer para reducir a un turista
británico que la emprendió a mordiscos contra otros bañistas de la playa
Magaluf, en Mallorca. El hombre parecía estar fuera de sí y tras ser
detenido confesó que había consumido muchas drogas. Los investigadores
creen que, consumió droga 'caníbal', un estupefaciente que desata la
agresividad más extrema.
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