El High Frequency Active Auroral
Research Program, mejor conocido como HAARP, está compuesto de una serie
de antenas dedicadas a estudiar la ionósfera, las auroras y en general
el clima. Este programa del gobierno de Estados Unidos, localizado en
Alaska, es mejor conocido por ser el aparato en el que se basan –sin
muchas bases– gran cantidad de teorías de la conspiración sobre una
supuesta manipulación del clima (generación de terremotos, tsunamis y
huracanes). No era necesario ser muy perceptivo para anticipar que el
reciente huracán Sandy iba a ser materia de elucubración conspiracional y
que se iba apuntar a HAARP.
Richard Metzger, uno de los periodistas
digitales que más ha estudiado la teoría de la conspiración, primero
desde el sitio Disinformation y actualmente desde su blog Dangerous Minds,
escribe sobre cómo se ha generado una pequeña ola de teorías
conspiranoicas en los “sospechosos comunes”, sitios como Infowars, The
Intel Hub o ConsfearacyNewz. Estas páginas web, generalmente ligadas a
una derecha radical, especulan que Obama estaría utilizando esta
mega-tormenta para asegurar su triunfo en las elecciones presidenciales,
a celebrarse el siguiente martes.
En Infowars, un sitio que tiene millones de visitas al mes, Kurt Nimmo escribió: “Siguiendo la ‘tormenta perfecta’ los medios del establishment, naturalmente proporcionarán toda la propaganda necesaria para que Obama arrase en la elección del martes 6 de noviembre”.
Como prueba Nimmo hace referencia al
sitio HAARPStatus.com, donde supuestamente se registra una cantidad
anormal de actividad en los niveles de las frecuencias de HAARP sobre
la costa este de Estados Unidos. Sin embargo, este sitio no tiene
ninguna relación oficial con HAARPStatus.com Su creador, un meteorólogo
amateur, Kevin Martin, ha sido desacreditado por el National Weather Service de Estados Unidos,
alertados de que el sitio HAARPStatus.com se parecía mucho a su sitio
oficial. Aparentemente las imágenes que se usan en este sitio son el
resultado de Photoshop.
Si bien no hay que descartar la
posibilidad de que algunos gobiernos puedan alterar el clima y sean
capaces de conductas nefandas para manipular a la población, no existe
ninguna evidencia sólida que sostenga esta acusación, y por el momento
especular sobre la utilización de HAARP u otras tecnologías resulta un
tanto irresponsable.
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