Utilizando la técnica de documental faslo, la película Apollo 18, de reciente estreno en Estados Unidos, juega con la mente de los conspiracionistas, contando la historia de una misión lunar secreta que habría encontrado señales de inteligencia extraterrestre en la Luna. Como es sabido, uno de los terrenos más fértiles para las teorías de conspiración ha sido la Luna, desde que en 1969 el hombre llegara a este satélite –o al menos transmitiera al mundo está llegada. Explotando esta noción entre algunos sectores de la población, particularmente en Estados Unidos –la sociedad más mediatizada del mundo– los realizadores de esta película crean una atmósfera de verosimilitud, utilizando material secreto de la NASA supuestamente desenterrado, y una textura de video que retrotrae al espectador a los 70s.
Preocupado por la fiebre generada por el marketing de esta película, que dice ser “real”, la NASA ha emitido un comunicado diciendo que la película es por supuesto ficción y que la misión de Apollo 18 fue cancelada por falta de presupuesto y el programa lunar no fue continuado por lo mismo y no por encubrir señales extraterrestres. Esta agencia espacial incluso ha tenido cuidado de no asociarse con los realizadores, ya que aunque le proveyó material de uso público, no quiere que la mente conspiranoica piense que la película está de alguna forma vinculada con ellos, ya sea como algo real o como una táctica de inteligencia: hacer una película de docuficción sobre algo que en realidad si ocurrió para cubrirse y desligitimarlo.
Habrá que ver si en algunos años no empezamos a ver en YouTube videos de conspiración en los que se utiliza el material de la película como si fuera real con voiceover sosteniendo que es una prueba del gran encubrimiento de la inteligencia extraterrestre. Esto es algo que suele suceder comúnmente con la (des)información en el internet.
Fuente: http://pijamasurf.com
