lunes, 18 de abril de 2011

Suben las Reservas de Plazas en los Búnkeres de EE.UU. un 1.000% Ante el Temor del Fin del Mundo

El devastador terremoto, el enorme tsunami y los posteriores problemas nucleares que está viviendo Japón han impulsado a centenares de estadounidenses a buscar refugios flotantes o subterráneos para sí mismos y sus familias, lo que ha provocado que las reservas de los búnkeres en EE. UU., ante el posible fin del mundo, se hayan disparado de una manera muy brusca.


Actualmente se está construyendo un búnker de 137.000 metros cuadrados, diseñado para albergar a 950 personas durante un año y resistir una explosión de 50 megatones, en las praderas de Nebraska. Debido a la catástrofe en Japón, las reservas allí aumentaron la semana pasada en un 1.000%.
Vivos, compañía con sede en California que maneja el proyecto, ha recibido miles de solicitudes y se está llevando 5.000 dólares de depósito por cada solicitud, suma que alcanzará los 25.000 dólares por cabeza para asegurarse un lugar.

Su nuevo búnker gozará de 4 niveles de habitaciones residenciales, centro médico y clínica dental, varias cocinas, refugios para perros, panadería, celda para rezar, bodega llena de vinos costosos e incluso una prisión para los desobedientes. Gracias a la torre de observación de 350 metros de altura, los habitantes del búnker van a poder observar lo que sucede a su alrededor y salir cuando estén seguros de que nada les amenaza.

"La gente tiene miedo de los acontecimientos que cambian la tierra y la onda expansiva del terremoto, lo que provocó tsunamis, fusión nuclear, y las preocupaciones por la radiación y la salud. No sé cuando se terminará. ¿Llevará al colapso económico? Un verdadero colapso económico llevaría a la anarquía, lo que acabaría con el 90% de la población", declaró Robert Vicino, director ejecutivo de la compañía.
El pánico, que llevó a que las ventas de sitios en los búnkeres estén por las nubes, se debe a que decenas de millones de personas creen en un Apocalipsis literal, que "implica terremotos, tormentas, desastres de proporciones mundiales, y especialmente los desastres relacionados con Oriente Medio", asegura Stephen O'Leary, profesor asociado de la Universidad del Sur de California y experto en el pensamiento apocalíptico.

"Los americanos suelen dejarse llevar por el pánico, incluso cuando la catástrofe no tiene lugar en su territorio, sino a través del océano, en Japón. Algo así da impulso a la gente, le hace pensar en su futuro", subrayó el jefe del centro analítico ruso Indicadores del Mercado Inmobiliario, Oleg Repchenko.

La ocasión anterior en la que este segmento disparó sus ventas de una manera tan brusca fue durante los meses previos a la llegada del año 2000, vinculado con el conocido como 'efecto 2000', problema planteado por el paso de la secuencia de números 31-12-99 a 01-01-00 en las computadoras, que supuestamente iba a traer numerosos problemas. Y anteriormente solo se registró un interés más o menos significativo por el tema de los búnkeres durante la década de los cincuenta y en la crisis del Caribe, cuando en todo el mundo se pensó en la amenaza de una guerra atómica.