viernes, 4 de mayo de 2012

ARTÍCULO: “DAVID ICKE Y LOS REPTILIANOS” (II)

“DAVID ICKE Y LOS REPTILIANOS” (II), por Gabriel Wüldenmar Ortiz

Las fantasías de Icke tienen como centro los reptilianos, chitauri o annunaki; de hecho, en enero de 2012 ¡se divorció de su mujer por considerarla una reptiliana disfrazada de humana! (no ha sido la única locura de este hombre, que se proclamó “hijo de dios” y predijo el fin del mundo para 1997, http://www.dailymail.co.uk/femail/article-2083287/David-Ickes-marriage-breakdown-He-claimed-hes-Son-God-world-run-alien-lizards-story-marriage-breakdown-weird.html).

Pero ¿de dónde sacó a estos personajes?. Con unas insignificantes excepciones (como quizá el caso de Fortunato Zanfretta), la ufología clásica no sabe nada de los gigantes y cornudos reptilianos. Los escépticos señalan que los reptiloides alienígenas disfrazados de humanos surgieron de la serie de ciencia ficción para la TV titulada “V”, emitida por primera vez en 1983, pero es posible rastrear su origen más atrás, hasta una “noticia” publicada en Los Ángeles Times (29-1-1934), según la cual Warren Shufelt había usado un aparato "la radio de rayos X" (simplemente un péndulo de zahorí), que le había permitido hallar, bajo la ciudad de Los Ángeles, una ciudad oculta con grandes depósitos de oro, que pudo describir detalladamente. Nada serio como se ve, porque nadie puede mapear con esa precisión mediante un péndulo.

Por un tal L. Macklin Greenleaf Pequeño Jefe (que dijo ser un jefe indio hopi), supo de una supuesta leyenda de los hopi sobre una avanzada “gente-lagarto”, que construyó una ciudad bajo Los Ángeles para escapar de las catástrofes de la superficie hace 5.000 años. Los hopi habrían escrito todo ello en tablas de oro. Sin embargo, los hopi desconocían el oro, la metalurgia y la escritura hasta 1700-1710. Además, esa leyenda no existe, jamás la tuvieron los hopi. Sólo hablan de un "clan Lagarto", muy terrestre y humano, uno más entre los otros clanes con nombres de animales (clan Araña, clan del Oso, etc). Ninguna referencia a ciudades subterráneas, tablillas ni nada que confirme la leyenda. Tampoco existe ningún L. Macklin Greenleaf Pequeño Jefe en los certificados de defunción de la Reserva Hopi del Tribunal de la Nación Navajo. Probablemente, todo era un invento de Shufelt para atraer inversionistas que financiaran la búsqueda de un tesoro en el que él creía sinceramente.

Por otra parte, el término “chitauri” aparece ya en los cómics de Marvel. Es el nombre de unos alien lagartos metamórficos de la serie Ultimate / Earth 1610 (Vol 1, 7, octubre 2.000), personajes que en la década de 1960 eran prácticamente iguales pero llamados “Skrull” (http://zuplemento.wordpress.com/2012/04/16/quienes-son-los-chitauri/). Sin duda, Icke tomó el concepto “chitauri” (si no el nombre mismo) de aquí, porque claramente estos seres, como él los describe a partir de 1996, ya están presentes en los cómic mucho antes.

Sin embargo, Icke afirma que su conocimiento de los chitauri procede del chamán zulú Credo Mutwa, casi el único apoyo no anónimo de Icke. No es fácil entender cómo un oscuro término zulú ha ido a parar a la factoría Marvel. Lo cierto es que el testimonio de Mutwa está lleno de absurdos. Si uno, mientras va acompañado de su mujer o su novia, se encuentra con un alienígena, debe ponerse allí mismo a hacerle el amor, para calmar así al alien, afirma. También dice haber comido carne alienígena que le produjo una intoxicación y alucinaciones. ¿Qué pensar de Credo Mutwa?

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