por Brandon Turbeville
22 Abril 2015
traducción-resumen-parcial por El Robot Pescador
23 Abril 2015
La implantación de dispositivos de control biométrico en seres
humanos está avanzando de forma sutil y continua desde hace años.
Lo que hace un tiempo era considerada una idea propia de "locos
conspiranoicos", poco a poco se está materializando a nivel social,
a través de iniciativas comerciales y particulares que parecen
inocentes e inocuas.
Con ello, el concepto de llevar implantado un dispositivo en el
cuerpo, va camino de ser aceptado como una nueva normalidad dentro
de la sociedad, como lo es ahora tener un teléfono móvil o verse
obligado a llevar encima un carnet de identidad.
Estamos ante una estrategia perfectamente diseñada, cuyo objetivo
final es, sin duda, que todos los ciudadanos acaben llevando
incorporado un chip o dispositivo similar, bien sea por obligación,
como lo es tener un carnet de identidad, o bien sea por necesidades
de encaje en el entorno social, como lo es disponer de dinero, tener
un móvil o tener carnet de identidad.
ELEMENTOS DE BIOMETRÍA QUE
YA ESTÁN SIENDO UTILIZADOS
La tecnología de identificación biométrica y las formas de pago
electrónico llevan utilizándose desde hace tiempo, pero se han
expandido en los últimos diez años y han intensificado su presencia
en los últimos cinco, especialmente.
Por ejemplo, en junio de 2012 se anunció que los investigadores del
Laboratorio de Tecnologías biométricas de la Universidad de Calgary
habían mejorado las tecnologías de identificación biométrica
disponibles en el mercado hasta tal punto, que podían crear una
forma de inteligencia artificial capaz de tomar decisiones con
respecto a la información biométrica recibida desde una variedad de
diferentes fuentes.
Ese programa de seguridad biométrica funciona mediante la simulación
de los,
"patrones de aprendizaje y procesos cognitivos
del cerebro".
Por otro lado, en un
artículo publicado en el
Sunday Telegraph, el 4 de diciembre de 2011, Rosie Squires
describía otro esquema biométrico utilizado en Australia por parte
de diferentes empresas, basado en programas de identificación de
huellas digitales con el fin de vigilar a los empleados y "ahorrar
costes."
La nueva tecnología, llamada
PeopleKey, se utiliza no
sólo para controlar la hora de entrada y de salida de los empleados,
sino también para supervisar sus progresos a lo largo de la jornada
de trabajo, vigilando que no se dediquen a "holgazanear", a usar el
baño durante demasiado tiempo o a perder el rato conversando con
compañeros de trabajo.
Un sutil paso hacia la esclavitud laboral.
Los escáneres de venas son otra tecnología de control biométrico que
ya ha sido introducido en el mercado. En algunas grandes empresas ya
existe un sistema que permite a una persona deslizar la palma de su
mano frente a un dispositivo de reconocimiento digital para tener
acceso a edificios o estancias.
Por ejemplo, el centro Médico Langone de la Universidad de Nueva
York ya ha implementado los escáneres de venas en algunos de sus
servicios médicos.
Varias escuelas también han comenzado a utilizar los sistemas de
identificación de Fujitsu.
Por ejemplo, el Distrito Escolar del Condado de
Pinellas en Florida anunció recientemente que estaba introduciendo
el sistema con el fin de "identificar a los estudiantes y con ello
reducir los residuos y la amenaza de suplantación de identidad" en
el comedor del centro.
Son solo algunos ejemplos de entre muchos, de como, poco a poco, la
población está siendo acostumbrada a ser controlada y monitoreada
por sistemas de identificación biométrica.
CONTROL DEL ADN Y EL
PROGRAMA 'MASONIC CHIP'
El control y el análisis del ADN son otros de los campos en los que
más se está avanzando.
Y uno de los grupos más inquietantes que se han embarcado en la
misión de adquirir y almacenar muestras de ADN de la población, es
la Gran Logia de la Masonería de EE.UU.
Conocido como
MasoniChip, el programa es administrado abiertamente
por la Gran Logia y se realiza con el apoyo de los gobiernos, tanto
de Estados Unidos como de Canadá.
Lo más sorprendente de este programa, sin embargo, es su nombre.
En realidad, el programa no consiste en la implantación de ningún
chip a los ciudadanos. Es un programa que consiste en la recogida de
información biométrica de los niños, con el fin de poderla utilizar
en caso de secuestro o desaparición.
El programa se llama "Masonic Child Identification Programs"
(programas masónicos de identificación de niños) y de ahí su nombre
MasoniChip o directamente CHIP (Child Identification Program).
Podrían haberlo llamado de muchas formas, pero han decidido llamarlo
así y eso no puede ser casualidad.
Y es que el nombre de este inocente y caritativo programa de
identificación de niños, relaciona sutilmente la identificación
biométrica completa de un niño con la palabra "chip", obligándonos a
relacionar ambos conceptos en nuestra mente, a través de algo tan
tierno e inocente como son los niños y su seguridad.
Parece una maniobra de programación mental a través del lenguaje,
destinada a que las próximas generaciones acepten la implantación de
un chip de identificación desde la más tierna infancia como la cosa
más natural, pues el propio nombre del dispositivo, "chip" y el
propio nombre del programa de identificación, CHIP (Child
Identification Program, o Programa de Identificación de Niños),
serán identificados inconscientemente como lo mismo.
De hecho, uno de los objetivos de este programa, es educar a los
niños para que ofrezcan sus datos biométricos voluntariamente a un
extraño por su propia seguridad, como podemos ver en el siguiente
video, condicionándolos a relacionar directamente ambos conceptos
(chip e identificación biométrica), desde bien pequeños…
Sea cual sea la intención de otorgarle este nombre tan extraño y
significativo, lo cierto es que el programa MasoniChip ha recibido
tanto apoyo por parte del gobierno de EE.UU., que muchos han acabado
creyendo que se trata de un programa gubernamental apoyado por los
masones, cuando en realidad, es al revés.
Los promotores de MasoniChip montan ferias promocionales, anuncian
el programa en los distritos escolares y forman alianzas con las
policías locales.
Incluso los medios de comunicación promueven el programa.
Para aquellos que no hayan oído hablar de lo que es el MasoniChip o
programa CHIP, Amy MacPherson del Huffington Post
describe el
programa de esta manera:
Empieza como un proyecto de identificación de los
niños, cuya función es ser de utilidad en caso de que los
pequeños puedan ser secuestrados o desaparezcan.
A los padres se les familiariza con el uso de kits caseros para
registrar información vital de sus hijos.
Normalmente se registra la altura, el peso, el
color del cabello y de los ojos, junto con un conjunto de
huellas digitales y una fotografía reciente, que se almacenan en
un soporte digital, tipo DVD, que suministra el propio programa
masónico.
"Ayudando a mantener a las familias seguras"
Adicionalmente, las Logias Masónicas de cada localidad, ofrecen
amablemente sus servicios para registrar aún más información de
los pequeños.
Gracias a los avances tecnológicos, empezaron ofreciéndose a
registrar huellas digitales, imágenes digitales, vídeo digital,
impresiones dentales y registro de ADN, que amablemente graban
en un DVD o CD para que los padres lo guarden en su casa y
acudan con él a las autoridades en caso de desaparición del
niño.
Este procesamiento de datos es manejado por su software
propietario, que está diseñado para ser compatible con el de la
policía local y nacional.
Equipo informático portátil
usado en las ferias durante el
programa CHIP
Sin embargo, a pesar de que se trata de una colaboración entre la
Logia Masónica y el gobierno, lo cierto es se trata de un programa
totalmente privado, lo que significa que pertenece exclusivamente a
la Gran Logia.
De hecho, la propia Web de la Logia
establece claramente que esto es
así por escrito…
Nosotros, los masones, somos el único
"patrocinador" de las iniciativas de identificación de seguridad
masónica desarrolladas en nuestras diferentes Jurisdicciones de
la Gran Logia Masónica.
Como tal programamos los eventos y coordinamos los equipos,
materiales y voluntarios necesarios para llevar a cabo dichos
eventos.
Todos los grupos y los individuos son bienvenidos para
colaborar, pero no se les conocerá como patrocinadores, sino que
serán llamados "simpatizantes", "socios de apoyo", "socios
corporativos", "en colaboración con", o "en cooperación con".
El programa MasoniChip establece que, además de registrar los datos
de los niños, ofrecerá sus propios "profesionales de la salud" para
recoger las muestras de ADN en cualquier evento organizado en el que
se haya programado dicha recolección de muestras de ADN.
Como MacPherson escribe…
No hay manera de garantizar qué van a hacer con
toda esa información recogida.
Aunque afirman que borran toda información sensible (el sitio
Web canadiense afirma que "no se almacena ningún tipo de
información durante el programa MasoniChIP"), cualquier persona
con mínimos conocimientos informáticos, sabe que la información
no se borra de forma permanente si no se formatea por completo
todo el sistema.
Los padres deben confiar ciegamente en la honradez de una
fraternidad privada intrigante que les asegura que los
estándares de calidad se cumplen y que la privacidad de la
familia se respeta legalmente…y todo ello sin ningún tipo de
supervisión.
Debido a que los Masones financian al 100% la iniciativa, no hay
oportunidad de discutir temas relacionados con la propiedad de
los datos.
Lo más significativo, sin embargo, es que si la tragedia
golpeara a una familia y por ejemplo, un niño desapareciera o
fuera hallado muerto, las autoridades deberían tomar muestras de
ADN de los padres para realizar la confirmación definitiva de la
identidad de un cuerpo.
Y ello se debe a que en la base de datos de ADN nacional de
EE.UU., no se admiten muestras de ADN tomadas a cargo de
voluntarios privados en eventos realizados en ferias o escuelas,
sino que solo los laboratorios acreditados pueden realizar dicho
proceso.
El
FBI cita continuamente la Ley de Identificación de ADN de
1994 a la hora de establecer los requisitos necesarios para
incluir las muestras de ADN en el
CODIS.
Por lo tanto, el proyecto masón no está soportado por las bases
de datos de ADN del gobierno y eso significa que el programa
MasoniChip, que supuestamente ha sido creado para identificar a
los niños en caso de desaparición o secuestro, es completamente
inútil y representa, de hecho, un engaño a las familias.
Sin embargo, parece que este hecho importa realmente
poco.
Lo realmente importante, independientemente de las razones expuestas
para adquirir las muestras de ADN, es que se está creando una base
de datos masiva de ADN en EE.UU.
El programa MasoniChip ya había registrado a más de 1,5 millones de
niños de EE.UU. antes de finales de 2012 y al parecer se va a
extender a las personas mayores y a los discapacitados en un futuro
próximo.
Como vemos, hay múltiples iniciativas que van en la misma dirección:
el control exhaustivo de la población a través de sus datos
biométricos y su posible culminación final, en forma de implantación
de un chip o artefacto de identificación y seguimiento que permita,
no solo identificar a los ciudadanos, sino acabar con el dinero en
efectivo, convirtiéndolos así en esclavos dependientes de dichos
dispositivos controlados remotamente.
Si no hacemos nada por detenerlo, este es el infierno de control
absoluto que nos espera en el futuro…